lunes, 15 de octubre de 2018

Cómo hacer personajes con autoridad



Ah el webcomiqueo, la escritura creativa, la libertad de hacer lo que me da la gana y mostrárselo al mundo cómo y cuando me salga del pie. He sido una habitual del mundillo desde hace unos 10 añitos más o menos, ya fuera como espectadora o como "creadora". El subidón que da crear algo en tu cabecita y que decenas de personas lo vean (he incluso comenten) no tiene parangón. Pero todos empezamos como "patitos amateur" en este océano de tiras y relatos del internet y es en estos momentos que agradezco que subcultura cerrara y no vierais el horrores de mis primeras "creaciones". Seamos honestos, los primeros comics y relatos que uno escribe son una patata 9 de cada 10 veces, lo que significa que tenemos muuuuucho espacio para mejora. En esta serie de post haré un repasito de algunas bases que se nos escapan, sobre todo al inicio de nuestra creación literaria/comiquera. Aviso, yo no soy una "pro" ni mucho menos pero sé una o dos cosas que he ido recolectando a lo largo de mi vida vital y académica. Hecha la introducción demos comienzo a la sección "Lagunas narrativas" (Un poco raro, igual luego le cambio el nombre)

Bueno bueno, hay mucha chicha que recolectar, no tengo planeado un orden concreto, más que nada por que hay muchos blogs, vídeos y textos que hablan del esquema de una historia, que si brújula o mapa, que si median res, que flashback... esos los iré tratando más adelante. Voy a empezar con las cosas que menos se hablan, cosas que causan urticaria muchas veces por que hasta los "pro" de verdad se equivocan. Así que voy a empezar con un clásico, el poder. Toda historia tiene una lucha entre poderes, el protagonista vs el antagonista, sus demonios internos, sus propios aliados... es muy complejo y no creo que consiga tratarlo todo, pero intentaré sacar a relucir algunos puntos que pueden ayudarnos a que sea más creíble a través de varios post.


Hoy trataremos la autoridad, pero no vamos a empezar por imperios o instituciones, vamos a ir algo más básico, vamos a centrarnos en la autoridad de nuestros personajes dentro de su historia. No sé si os pasa, pero lo primero que me saca de la historia es no tomarme en serio al antagonista, o peor no creerme que el protagonista tiene autoridad para convocar a los principales y secundarios en alguna acción (desde asediar un castillo a irse de compras, la lista es muy larga). Queda muy guay que el prota suelte un discursito motivacional y todo el ejercito le haga caso pero sinceramente yo lo del "poder de la amistad/amor/venganza" a secas no me lo trago. Es muy sencillo, si mi personaje no transmite autoridad no tiene sentido que sus ejércitos e incluso sus amigos le acompañen en su aventura. Es por esta razón que debemos de otorgar a nuestro personaje de autoridad, para ello vamos a emplear el librito de Weber  "Sociología del poder: los tipos de dominación". No huyáis todavía, solo voy a usar tres conceptos, os lo cito para que veáis a donde sale pero no me pretendo poner especialmente pedante.

Weber explica que hay tres tipos de dominación, para simplificar diremos autoridad en vez de dominación, pero ojo que no es lo mismo lo que pasa es que el matiz ahora mismo no nos interesa (si lo quieres usar para algo más académico please haz una investigación a parte, no quiero ser asesinada por ningún politólogo). Hecho este énfasis hay tres tipos de dominación (autoridad): tradicional, raciona y carismática.



La tradicional: viene a ser el "esto se hace así de toda la vida" por ejemplo estaría la relación de respeto de un padre a su hijo (la tradición otorga autoridad al padre) o de un rey y sus vasallos (la tradición da autoridad a un rey sobre sus vasallos). Esto significa que tenemos que tener en cuenta cuales son las cosas "de toda la vida" de nuestro pequeño universo ficticio, aquí también entrarían costumbres (ej."esto se come así de toda la vida") y relaciones familiares y profesionales. 

Pongamos que nuestro personaje es un joven aprendiz de herrero del medievo. Nuestro aprendiz obedecería a su maestro, este tiene autoridad para echarle, degradarle o quitarle reputación de herrero, pero el aprendiz tendría autoridad sobre los aprendices más novatos. Luego tendremos que ver como si queremos que se revele nuestro personaje, pero con cuidado por que desobedecer a la autoridad tradicional tiene consecuencias, estas no tienen por qué ser legales pero seguro que serán sociales (por ejemplo perder su autoridad sobre el resto de aprendices, perder el respeto del pueblo, o que empiecen a calumniar contra él ¡las posibilidades son infinitas!). Estas consecuencias dan mucha vidilla al personaje, muchas veces no necesitamos un dragón para hacer interesante la historia, con que el noble de turno caiga mal y atacarle tenga consecuencias ya tendremos desarrollo interesante. Parece una tontería pero seguro que conoces más de una historia, cómic o película donde el personaje se cachondee de los nobles de turno y no tenga ninguna consecuencia. Aunque el personaje de autoridad superior caiga mal sigue teniendo autoridad o no estaría en su puesto, puedes tener un personaje o dos que su autoridad tradicional es ignorada (por falta de carisma, lo veremos luego) pero si pones demasiados no va a ser creíble por que el espectador empezará a preguntarse como es posible que el imperio, reino o ciudad siga a flote si la autoridad no funciona. Sigamos con otros tipos de autoridad.


La racional: es muy sencilla, son las leyes. Este es el tipo de autoridad que tiene tu personaje si consigue una orden de registro, pero también se aplica a que actue o no conforme a la ley. Hay un problemilla, nuestros mundos fantásticos no vienen con siglos de burocracia y tratados de antemano, las leyes las creamos nosotros. Lo mejor es buscar referencias en la realidad, pero que sea una investigación bien hecha. Puede dar repelús meterse en textos académicos, puedes empezar con museos o biografías pero es mejor eso que cualquier blog sensacionalista (o inocentón) del internet (por supuesto esto aplicatelo a este blog también, que no soy superwoman). Si quieres hacer un mundo donde la segregación legal sea una realidad investiga el mundo real, las leyes muchas vez son solo la puesta en piedra de lo que dice la autoridad tradicional y esa suele tardar mucho en cimentarse.

 Pongo el ejemplo de la segregación por que se usa mucho a día de hoy para ver la diferencia de clase, el error es que muchas veces esa segregación no está bien hecha. No quiero agobiar a nadie y no diré ejemplos concretos, pero por ejemplo me he encontrado con webcomics sobre segregación racial que te hablaban de que existía pero no te lo mostraba. Si quieres que la segregación (o cualquier cosa) sea un problema que está cimentado en la ley haz los deberes, no me digas que tus personajes siendo de facciones distintas donde A es más que B hablen de que B está en desventaja cuando me los estás poniendo mezclados por todas partes ¿cómo se supone que tengo que creerme que B está en desventaja legal si lo veo haciendo las mismas cosas que A tan pancho?

La ley no permite tonos de gris, solo contempla correcto o incorrecto, revisa a que lado de la ley está tu personaje y cómo le afecta en su vida diaria (Por ejemplo una mujer del XVIII en Inglaterra quiere irse de casa pero la ley no le permite tener tierras ni heredar lo que la pone en desventaja legal respecto al resto y no podrá ampararse bajo la ley). Por último recuerda, que sea legal no implica que sea moralmente correcto, es por eso que no existe la ley perfecta. Por supuesto la desobedecer la ley tiene consecuencias legales, la próxima vez que tu personaje reviente una taberna planteate si le endorsarían una denuncia por destrucción de la propiedad. La clave es ser consistente, si destruir una taberna una vez implica pagar una multa a la segunda vez (y sucesivas) tu personaje se encontrará con el mismo problema dinerístico. Puedes ser todo lo creativo que quieras con tus leyes, la clave de que sean creíbles es que sean consistentes y que romperlas conlleve consecuencias.


La carismática: hemos llegado a la autoridad que nos desmonta las dos anteriores si le apetece, el carisma. Un acto heroico, una personalidad desbordante, una gran inteligencia, fuerza... cualquiera puede ser la razón por la que tu personaje es escuchado (y obedecido) por los demás. Como las otras autoridades hay que tener cuidadito, no todo el mundo se deja llevar por la autoridad carismática. Volviendo al ejemplo del noble, si el noble es un "berzas" y tu personaje le hace alguna que otra trastada sin llevarse consecuencias puede justificarse por que el noble carezca de carisma y tu personaje la derroche por todos los poros. Más sencillamente el heroe cae bien y el noble cae mal, ahora esto funciona solo si el resto de personajes conoce a los dos bandos.

 Un ejemplo muy fácil es Robin Hood, no tenía autoridad tradicional por que era un desconocido sin linaje (no había un "se le trata así y tiene este poder de toda la vida por su clase/familia"), no tenia autoridad legal por que era un bandido pero tenía una enorme autoridad carismática sobre los pobres a los que ayudaba y ninguna autoridad sobre los ricos a los que robaba. Si Robin pidiera ayuda a un lugareño probablemente le haría caso, pero si se fuera a otra zona donde no fuera conocido probablemente no le harían caso incluso puede que lo traicionaran por que no conocían sus actos de heroicidad. Puede aplicarse que la fama se conozca en más de un sitio pero esta puede ser transmitida de forma diferente, por ejemplo si los nobles de una zona donde el héroe no ha llegado a actuar crean rumores de que Robin Hood come niños (un poco "gore" pero lo deja bastante claro). 


Para concluir estos tres tipos de autoridad (dominación) pueden solaparse (y se solapan como hemos visto con los ejemplos), lo que hay que tener en cuenta es cuales de estas están a favor o en contra de nuestro personaje y si el resto de personajes obedecerían o no esta autoridad según su posición (volvemos al ejemplo del aprendiz de herrero que obedece al maestro mientras los aprendices más novatos deben obedecerlo). 

Espero que os haya sido de utilidad, no hace falta que empecéis a aplicar todo lo dicho, ir despacito pero seguros. Como ejercicio os propongo coger cuentos tradicionales y establecer quien tiene autoridad sobre quien y que autoridad le ampara. Digo cuentos tradicionales por que los personajes son muy planos y están muy asentados en la tradición así que es muy fácil entender como funciona la autoridad. 

Os dejo un ejemplo: Caperucita roja- la abuela tiene autoridad tradicional sobre caperucita ("obedece a tus mayores", es por eso que caperucita se acerca al lobo cuando este se lo pide disfrazado de abuela) , el lobo también la tiene ("ten cuidado con el lobo" véase el lobo tiene poder para hacer daño de siempre). El cazador adquiere autoridad carismática (acto heroico-mata al lobo y salva a caperucita) pero podría tener autoridad legal si consideramos que está evitando un asesinato y está matando en defensa propia (una ley que es muy común en diversidad de sociedades). Caperucita por ser una niña y no hacer nada heroico no tendría ninguna autoridad (ni poder físico para desobedecer a la autoridad) para enfrentar al lobo, por eso necesita al cazador (que si la tiene) para salvarse. 

No hace falta ser un maestro en ciencias políticas, pero si tenemos en cuenta las limitaciones de nuestros personajes sobre el resto nos irán saliendo historias más tangibles. 
¡Nos leemos por ahí!


martes, 2 de octubre de 2018

Espera un momento ¿llevo 6 años sin pasarme por aquí?




Mae mía esto no me lo esperaba, ¡Sí que ha pasado tiempo! Me esperaba encontrar mis estadísticas muertas pero resulta que de ver en cuando almas son arrastradas hasta el fondo del averno internetiano.
Bueno... ¡Hola alma perdida por estos lares! ¿Te hacen unas patatillas? ¿y una coca-cola? Si, sí... te comprendo. No te preocupes seguro que google maps te redirige hacia tu destino útil.
Mientras el gps encuentra señal te cuento que he hecho con mi vida.
Soy un pollito nacido en la era donde lo guay era tener un webcomic, eras el amo y señor de todos los mares frikis si conseguías publicar y todos te hacían un pasillo de honor a tu entrada en la Expo Manga (Heroes manga ¿eso se come?). Vale sí, estoy exagerando un poco pero te haces una idea. De siempre he dibujado y hecho comics, no fue hasta que encontré Subcultura (descanse en paz) que me planteé publicarlos. A la larga tuve que dejarlo, era un pimpollín adolescente que dependía de ayudas del estado para poder hacer una carrera, eso sumado a que en estos últimos años he visitado mogollón de hospitales y he pasado por un par de funerales me hicieron retirarme silenciosamente del mundo del dibujo.
Que trágico ¿verdad?.... que va ¡La vida sigue alma perdida de los internets! Quise retomar las cosas (primero los comic luego el blog) este verano que había finiquitado mis estudios y entraba en los mares y océanos de la búsqueda laboral y de sentido existencial, pero todo cambió cuando Subcultura murió (así sin anestesia). En fín, ahora ando por las tierras salvajes de Faneo, si aún no he escrito na de na, quien sabe si llegaré a publicar algo (Oish como han crecido que todos los debutantes dibujan y guionizan mil veces mejor que yo O.o).

Ah, ¿recuperaste la señal? estupendo,  ¡prosigue con tu viaje digital viajero desconocido! yo me quedo por aquí, quien sabe igual me da un venazo y escribo algo.

Chau~~